Esta ancestral preparación nos remonta a soleados pueblos italianos. Inmigrantes orgullosos de su cultura transmitieron sus secretos de generación en generación. Nuestros tomates secados al sol con aceite de oliva poseen una textura extraordinaria al paladar y un sabor sumamente agradable por el equilibrio entre el dulzor del tomate cosechado en su punto de madurez justo y la mezcla de especias con el aceite de oliva. Absolutamente versátiles, dan un toque de color y sabor a sus comidas y picadas.

Al igual que todos los productos de origen vegetal, no contiene colesterol, ni grasas Trans.